La felicidad es un hábito

¿Se han preguntado porque algunas parejas sobrepasan adversidades de manera exitosa, mientras que otras parejas en condiciones similares se topan con frustración, crisis y depresión?

¿Por que hay parejas que ves radiantes y positivas aun que estén viviendo experiencias desfavorables mientras otras parejas viviendo experiencias favorables viven con un enojo constante y completamente miserables?

Una manera de explicar esto es entendiendo como opera nuestro cerebro, antes de retener un sonido, un aroma o un sentimiento, el cerebro humano primero capta una emoción positiva o negativa de cada experiencia (ya sea el aroma de un platillo delicioso o el sonido de los autos en medio del trafico), si fue una experiencia agradable, se captara una emoción positiva, si fue una experiencia desagradable, se captara como una emoción negativa, podemos ver esto cuando queremos recordar un aroma o un sonido en especial y es más fácil recordar si fue una emoción positiva o negativa que el aroma o sonido mismo.

Esto mismo nos pasa con las experiencias que vivimos con nuestra pareja, es muy fácil recordar las emociones positivas o negativas en la relación y como nos sentimos al respecto, una cena romántica organizada por tu pareja sin que supieras nada, queda etiquetada como una emoción positiva en tu cerebro y cada vez que algo parecido suceda, tu cerebro estará programado para sentir una emoción positiva, o cuando se tiene una discusión en la relación y el volumen de la voz se empieza a elevar demasiado, quedará etiquetado como una emoción negativa en nuestro cerebro y cada vez que algo parecido suceda nuestro cerebro estará programado para sentir una emoción negativa.

Es por eso que las personas infelices desarrollan el hábito de etiquetar las actitudes de su pareja como negativas antes de que nuestra pareja haga las cosas, “Me choca cada vez que haces las cosas de esta manera”, “Ya sabes que no soporto cuando haces esto” “Ya sabia que iba a hacerlo mal, siempre lo hace”.

Las personas con estos hábitos piensan que pudieran ser felices si tuvieran otro trabajo, si su pareja cambiara o si tuvieran otras oportunidades, pero la verdad es que estas personas seguirán siendo infelices cambiando de trabajo y hasta cambiando de pareja.

Estudios han demostrado que la felicidad de las parejas tiene poco que ver con dinero, éxito u oportunidades, sino que el nivel de felicidad de la pareja depende de la habilidad de cada integrante en ajustarse a experiencias o circunstancias fuera de su control.

  • La felicidad no depende de buena suerte sino de tener la actitud correcta para toda circunstancia que estés viviendo ya sean experiencias agradables o desagradables.
  • La única persona responsable de tu felicidad eres tu mismo, nadie es perfecto y no puedes ceder tu felicidad a lo que alguien más haga o no haga, nadie tiene el poder de hacerte infeliz más que tu mismo.
  • Has el habito de cambiar los pensamientos negativos sobre ciertas actitudes de tu pareja por positivos como áreas de oportunidad para ver otra manera de hacer las cosas y tener tolerancia que no tienes la verdad absoluta.

 

Todas las parejas vivimos circunstancias inesperadas que salen de nuestro control y pueden traer dificultades y problemas, desde una crisis económica, hasta el fallecimiento de un ser cercano, nadie esta garantizado a que no pasen estas cosas pero tenemos que estar preparados y aprender a desarrollar la capacidad de decidir ser felices en las circunstancias positivas y negativas para salir adelante.

Las parejas felices deciden ser felices.